31 mayo 2011

GOD SAVE THE QUEEN.

Aquellos que tuvieron el privilegio de estar allí seguro que no han olvidado esa fecha, 11 y 12 de Julio de 1986, estadio de Wembley, Reino Unido, para escuchar a QUEEN en su Magic Tour, 144.000 personas. La afluencia masiva de público desbordó las previsiones de la organización que decidió repetir un tercer día en Wembley, aunque por falta de disponibilidad del estadio el concierto acabó realizándose en el Knebworth Park, con 120.000 personas más que vibraron al ritmo que marcó Freddie Mercury en esos escenarios que se le quedaban pequeños con su sola presencia.

Pero aquellos eran los 80, a muchos nos pilló en una adolescencia revuelta y contradictoria, inmersa en una España estrenando democracia y destape nacional. Entonces nos íbamos a comer el mundo, como esponjas sin adulterar ávidos de absorber cualquier tendencia e ideología que viniera del otro lado de la frontera. Algún día creceríamos y podríamos coger un tren, nuestra mayoría de edad y una mochila para corear canciones en una Europa que nos pillaba tan lejos en todos los sentidos, y en un idioma que ni siquiera conocíamos. No pensábamos ni por un momento que aquellos GRANDES e IRREPETIBLES que llenaban estadios se esfumarían de la escena musical y que con los años sería el mundo el que nos comería a nosotros.

Aquel hombre menudo y tímido hasta la saciedad, se vestía para subir a un escenario y se transformaba en un genio histriónico, provocador a la vez que cercano, transformista, incondicional, y con un chorro de voz capaz de mover masas, en esa Comunidad Económica Europea a la que ya pertenecíamos pero tan diferente a nosotros, en esa Europa en la que los españoles seguíamos sin concebir cómo se hacían en el extranjero conciertos multitudinarios a plena luz del día.

No podíamos saber, ni siquiera imaginar que aquel concierto del Knebworth Park sería el último escenario al que se subiría Freddie Mercury con su banda. Poco después el Sida devoró a la persona y nos dejó cientos de estadios llenos a los que nunca pudimos acudir, en una época dónde te explicaban erróneamente que esa enfermedad venía de Africa y que sólo afectaba a drogadictos, prostitutas y homosexuales, excusa perfecta para discriminar una vez más, que grande nuestra ignorancia y nuestra ingenuidad al creernos a salvo de algo o de alguien sólo por tener una condición de heterosexualidad.

Pues sí Freddie , 25 años después, no han encontrado aún la cura para el Sida o eso dicen las empresas farmaceúticas en su propio interés, ya nadie llena estadios poniendo como excusa la piratería o las descargas en Internet, ya no entonamos el “God save the Queen”, más bien todo tipo de monarquía nos asquea, y seguimos “under pressure, pressure pushing down on me, pressing down on you no man ask for”, pero quizás te alegre saber que “people on streets”, en las plazas, hartos de que les pisen la cabeza y de estar “bajo presión”.

Under pressure (Live at Wembley 1986)