27 diciembre 2006

UN ARGENTINO ATIPICO.

La concepción que tenemos los españoles sobre el modo de ser de los argentinos, esos habitantes del otro lado del mundo que comparten nuestra lengua pero no nuestro acento, es sin lugar a dudas erróneamente preconcebida. Hace un año logré entenderlo cuando tuve delante a un porteño que hablaba más bien poco, hacía uso del arte hoy en día tan olvidado de saber escuchar, y no tenía un acento especialmente marcado. Entonces comprendí que una mezcla de todo lo anterior lo hacía ser un argentino atípico, único en su especie, había conocido a la excepción de todo un pais para bien y para mal. El tipo en cuestión no podía ser otra cosa que desarrollador de Linux, y su blog personal (http://rapisardi.org) así lo demuestra, pero entre esas entradas y salidas del universo del software libre también suele publicar en el blog cosas como la toalla argentina que seca , la argentinidad explicada a través de una simple toalla, no tiene desperdicio.

19 diciembre 2006

NADA ES LO QUE PARECE.

En mi particular campaña personal anti-navidad creía haberlo visto todo, pero hoy me ha vuelto a sorprender esta época y en concreto la decoración de las calles utilizada este año por el Ayuntamiento. Vale lo de los pascueros colgando de las farolas, vale lo de las luces de un gusto pésimo tronchando las ramas de los árboles de media ciudad, vale lo de las esculturas bombilleras del Belén en las fuentes, todo esto ya lo habíamos visto lamentablemente en años anteriores, pero los pinguinos de colores hechos de bombillas?, no me esperaba esto, que pinta un pinguino lumínico junto a un Belén también lumínico en una fuente?, que tiene que ver ese pinguino con la Navidad que tanto os gusta?. Y esta pregunta fué mi perdición, ya no podía apartar la vista de aquel animal del Polo Norte que alguien había traido equivocadamente y había sido sodomizado con cables de alta tensión para que brillara más. Había que resolver el misterio del pinguino en la hora de la comida y antes de volver al trabajo, no podía quedarme con esa intriga navideña que prometía ser el best-seller del 2007.
Las asociaciones mentales fueron un poco difusas y fuí divagando de un lado a otro. Podía haber algún personaje navideño que fuera un pinguino y a la historia se le hubiera escapado este pequeñísimo detalle. San José en realidad era un pinguino disfrazado, pero entonces no pudo haber relación posible con la Virgen María, una mujer, un pinguino, seguro que esto lo podría explicar la inteligencia de Doña Ana Botella con sus peras y manzanas. Definitivamente, esta teoría no me convenció demasiado, la solución al enigma no iba por el camino del monotema sexual.
En aquel banco de metal y a dos grados bajo cero surgió la siguiente cadena de asociaciones:
frio - pinguino - sabado sabadete - casquete polar
No, no, que va, hoy es martes y no toca sexo para los españoles, otra vez el monotema.
Vamos a ver, los regalos de los Reyes Magos eran oro, incienso, mirra y un iceberg?, no me cuadra, va a ser que no.
Con el del top manta, el que te pide un cigarro y los japoneses preguntando por una calle no hay manera de concentrarse.
Pero me dí cuenta mirando el entorno de que al lado de nuestro personaje bombillero está ubicado El Corte Inglés, entonces comprendí lo que el dinero puede hacer. Estos grandes almacenes seguro que tienen en la sección de refrigerados una partida de langostinos congelados a punto de caducar, que además los han puesto más baratos para darles salida antes de Nochebuena, está claro:
pinguino - frio - El Corte Inglés - compra de langostinos medio caducados
Sería perfectamente factible, tienen a gente muy buena trabajando en el departamento de marketing, aburrida y conservadora, pero muy buena. Y ahí no acaba la cosa, la nariz anormalmente grande del pinguino apunta desafiante a la mismísima puerta de entrada de El Corte Inglés. Esta asociación era digna de la mejor regla de tres ideada por cualquier físico marisquero.
Estaba ya casi convencida de la conspiración cuando abrí la mochila para encenderme un cigarro y vi el cd en el que había grabado la última versión de Ubuntu que me acababa de bajar, y es sorprendente como la mente humana funciona por asociación de ideas, de repente lo ví claro, ví la luz,la estrella de oriente, el diseñador de la empresa contratada por el ayuntamiento para decorar, con esa construcción horrible parecida a un pinguino afeminado de Las Vegas, aquella fuente, no era otro que un defensor del software libre con su Linux instalado en su pórtatil, que de forma subliminal aprovecha las Navidades, época en que la gente se pone sensiblera, para ir introduciendo la imagen del pinguino en las mentes de los indefensos ciudadanos de a pie, que cuando compren un ordenador y alguien les recomiende Linux asociarán la imagen del pinguino con la tierna Navidad y no se podrán resistir. Maquiavélico, pero me sirve, al menos es mucho más sútil e inteligente que las ténicas utilizadas por Bill.
Hay que hacerse con el nombre y número de teléfono del diseñador para cerrar el círculo.
Seguiremos informando.
Felicitar al Ayuntamiento porque pronto la pinguina tendrá un pinguinito con forma de niño, alguna criaturita que se quedará pegada a las bombillas cuando se haga una foto, teniendo en cuenta que el cableado está encima del cesped y cayendole agua de la fuente las 24 h del día sería lo más normal que ocurriera, esperemos que no sea la noticia de las Navidades.


Nota: Con todos mis respetos para los creyentes y para los que les gusta la Navidad.
Nota 2:Estaba floja para tanta diéresis.

17 diciembre 2006

LOS GUARDIANES DE LOS SUEÑOS.

Sábado, 2:50 de la madrugada.
Llevo tantas posturas diferentes adquiridas en la cama durante años tratando ingenuamente de conciliar el sueño que, a estas alturas de mi vida, ya podía haber escrito el kamasutra de los insomnes según la estación del año.
Con el tiempo, y después de poner mis esperanzas y mi paciencia en métodos de lo más variopintos para poder dormir, sin que dieran resultado alguno, empecé a aceptarlo no como un trastorno, sino como parte de mi cuerpo, como una seña de identidad de mi propia personalidad nerviosa y obsesiva, hay personas tranquilas, simpáticas, egoístas, previsoras,... bien, pues yo soy insomne.
Es curioso de qué manera los que carecemos en nuestro diccionario del verbo dormir llenamos ese período aséptico de no sueño, las acciones y pensamientos más absurdos e insospechados tienen cabida a esas horas de absoluta soledad alucinatoria a la que estoy enganchada como un drogadicto a su dosis diaria.
Descubres en los cajones destinados a albergar cosas inservibles, que sería un sacrilegio tirar, una antigua fotografía, reconocí en seguida a los fotografiados en sepia, la mayoría desaparecidos desde entonces de mi vida y yo de las suyas, hoy cada uno naufrago de su propia isla. No me llamó la atención lo que el paso del tiempo puede hacer con un cuerpo y una cara, lo que me dio pavor fue no saber donde había ido a parar aquella alegre inocencia de chica de instituto, en que momento la perdí que ni siquiera me dí cuenta?. También recordé el sitio donde había sido tomada la foto, aquel muro donde apoyábamos nuestras espaldas sentados al sol en los recreos, donde tantas veces hablábamos a la ligera de lo queríamos ser de mayores, como si faltara mucho tiempo, y resultó ser apenas un parpadeo, apenas unos insomnios después. Aquel muro que si hoy fuera a visitarlo seguro que todos los demás ya hace muchos años que separaron sus espaldas de él, pero yo podría verme allí sentada todavía, convertida en una estatua de sal intemporal, en una escultura conmemorativa levantada en honor de la alumna más antigua que nunca se fue, todavía intentando llegar a ser mayor, y creíamos que los complejos, miedos e inseguridades se quedarían allí como notas en las grietas de aquel muro una vez que nos fuéramos sin echar la vista atrás, cual muro de las lamentaciones de nuestra marcada adolescencia, que ingenuidad tan grande.
Y después de desordenar aún más los cajones, un paseo por la descomunal terraza ubicada en el último piso del edificio. Y las luces de las calles, y los sonidos de la noche, y la Alhambra iluminada, y el Albayzin de casitas blancas, y la ciudad que duerme mientras tu trasnochas. Siempre caigo en la costumbre de observar las luces de los edificios contiguos que están encendidas, supongo que por intentar adivinar donde viven mis iguales y qué están haciendo en ese momento. Este frío te mantiene más despierta todavía. En realidad, los insomnes somos los guardianes de los sueños, vigilamos el descanso nocturno de la comunidad sin pretenderlo, cuando atracan a alguien en tu calle, cuando salta la alarma en plena noche del comercio que está debajo de tu ventana, cuando hay un accidente de moto en la esquina, cuando se incendia un edificio,... los primeros que llaman a la policía, al 061, a los bomberos, son los insomnes, que nos damos cuenta mucho antes de las cosas porque no estamos dormidos. En realidad, hacemos un servicio social al barrio y gratuitamente. Esos murciélagos ultrasónicos cada vez son más grandes, aunque a mi se me antojan como Morfeo y sus legiones rechazando mis reiterativas invitaciones a mi cama.
Pero el momento sin lugar a duda que prefiero en una noche de insomnio es cuando empieza a clarear. El alba, la aurora, el amanecer, ...como prefieran llamarlo, un momento que se ha convertido repetidamente en recurso metafórico para todos los poetas que pasaron por la historia de la literatura. Esa hora confusa y desconcertante donde conviven a la vez y sin estorbarse el día y la noche en un mismo cielo, en una perfecta armonía repetida 365 veces al año, pero que siempre es distinta cada vez. Es entonces cuando me gusta bajar a la calle, a veces con el pijama debajo de la ropa para no perdermelo. Y abajo en el asfalto, es la hora en la nunca se sabe cuando termina la exhalación del humo del cigarro y cuando empieza el vaho invernal de las temperaturas bajo cero. Es la hora en la que conviven el borracho y el madrugador, donde en las barras de las cafeterías que abren a esas horas para dar los primeros desayunos se entremezclan el primer café de unos y la última copa de otros. El sueño lo invade todo, tanto para el que ha madrugado como para el que no se ha acostado. Y en concreto, ese Domingo, la Gran Vía en toda su extensión estaba cortada por las obras interminables que ponen a prueba nuestra paciencia a diario, y logré encontrar un hueco por una de las vallas y comenzar a andar entre las máquinas por la calzada desierta sin coches y sin apenas contaminación acústica un domingo a esas horas, un hueco en la imaginación trasnochada que solo se abre cuando llega esa última euforia del cuerpo antes de abandonarse al sueño diurno. Y alguien susurró "Abre los ojos", y no me hizo falta Amenabar ni una cámara, ya protagonizaba a solas mi propia escena de las consecuencias del insomnio, y la sensación tan extraña y tan placentera de ver la calle sin vida, de que podía ser quizás la única insomne de aquella noche, la última superviviente de la raza humana que había sobrevivido a un arma química letal que solo mata a los que osan dormirse. Y en eso estaba cuando los primeros rayos de sol se hicieron con el cielo, y es entonces cuando la euforia transitoria empieza a
bajar y voy buscando la cama.
En la habitación ya es de día y empiezan los ruidos diurnos de la ciudad a manifestarse tenuemente. Y ya viene el sopor y el sonido chisporreante de la aguja del plato todavía pinchando la canción acabada acuna mi sueño ligero.

09 diciembre 2006

LA TEORÍA DEL MONO.

En un día normal, e incorporado a la rutina de cualquier animal, incluido el hombre, llega el inevitable momento en el que el cuerpo pide la ingestión de alimentos para reponer la energía consumida y continuar la jornada, me temo que laboral, al menos durante 5 días a la semana para la mayoría de los mortales. Es esa hora del mediodía en la que después de engullir cualquier cosa durante no más de 20 minutos, todavía te quedan 40 minutos que todo el mundo confiesa dedicarlos con un fervor especial a los documentales de la 2, no olvidemos que en este país a esa hora nadie se pone frente al televisor a mirar culebrones, donde la protagonista es siempre más desgraciada que tú, ni muchos de los realitys vigentes, el "buenas tardes corazones", y mucho menos "el tomate", por favor, el nuestro, es un país culto e intelectual cuya máxima audiencia televisiva solo queda relegada a los documentales de la dos y nunca nos ha interesado lo más mínimo la vida de los famosos aireada en la pequeña pantalla, aunque hay un dato un tanto extraño,si le preguntas a cualquiera de los que reconoce ser asiduo de la 2 al mediodía de que trataba el documental del día siempre sufren una amnesia repentina o se quedaron dormidos antes de que empezara, esas son siempre las dos respuestas posibles.
Pero si el documental del día en cuestión trata sobre cualquiera de las múltiples especies de monos que habitan el planeta,(absténganse los monos con el culo muy prominente hacia fuera y de color rosa, son bastante obscenos y desagradables), entonces, mujeres del mundo, estar atentas porque la "Teoría del Mono" existe y la mayoría vive con un gorila en potencia en su propia casa sin saberlo,(si tu cónyuge trabaja más de lo normal por las noches y consume cantidades indecentes de cacahuetes (siempre me gustó más llamarlo "maní) que acompañan al whisky que consume frente al televisor viendo el partido de liga de los domingos, ya no queda ni un atisbo de duda, ha empezado a pensar en cambiar de selva).
No voy a caer en el ultra feminismo manido de ridiculizar al sexo masculino porque es una postura que no comparto en absoluto, pero he de reconocer que la Teoría del Mono tiene muchos más adeptos masculinos, que con el tiempo además se han ido profesionalizando y perfeccionando en el arte de su práctica.
Volviendo al documental en sí, no hay que ser científico para observar que el hábitat común de los monos son las ramas de los árboles y que además cuando se desplazan por las copas no sueltan la rama de una mano hasta que han agarrado con la mano libre la siguiente rama, vamos a ver, son monos, pero no estúpidos, si lo hicieran de otra manera se caerían, además, nuestros genomas humanos no se diferencian tanto el uno del otro. Y es aquí dónde se pone en evidencia el paralelismo entre el mono y "ALGUNOS" individuos del sexo masculino (por supuesto, sería un insulto generalizar). En nuestra jungla del siglo XXI, construida en puro asfalto, los hombres viven agarrados a una rama femenina que les proporciona la seguridad que necesitan, cuando caen en la rutina de la misma rama hasta que la muerte nos separe y pierden el interés, siguen viviendo en la seguridad de su rama, pero empiezan a otear la selva en secreto en busca de otra rama femenina que les suba la lívido olvidada, y aquí empieza el juego a dos bandas, o mejor dicho, a dos ramas. Engañan, mienten, disimulan, empiezan los quebraderos de cabeza, y cuando lo tienen claro agarran con fuerza la rama nueva y sueltan la antigua, que en la jungla de asfalto se traduce como que se van una noche a comprar tabaco y nunca más se supo, y los hay con un poco más de decencia gorilera que se quedan un último momento antes de soltar la rama para dar explicaciones, eso sí, jurando y perjurando que los motivos no tienen nada que ver con otra rama.
Y cuidado con creer que tienes en casa un hombre que viene de una Teoría del Mono y que dejó una rama para instalarse en la tuya, pero que tú eres la rama definitiva, nada más lejos de la realidad, son reincidentes, si lo han hecho una vez puede haber más, y te puede aplicar en un futuro otra Teoría del Mono en tu propia selva.
Así que, ALGUNOS hombres del mundo, aprendan a dar la cara, no sean tan cobardes, ganen en seguridad y autoestima, la soledad y la soltería no es tan tremenda, y si quieren dejar una rama porque no les gusta las vistas háganlo antes de agarrarse a otra, que una temporadita viviendo por el suelo selvático evita daños colaterales y no le viene mal a nadie para pensar y reflexionar.
Y no olviden que sus documentales preferidos serán los de monos, pero el que nos apasiona al sexo femenino es el que cuenta el ritual de apareamiento de la mantis religiosa, ese contoneo espectacularmente sensual que hipnotiza al macho, mucho más pequeño que la hembra, hasta que lo empuja a una cópula desenfrenada de placer para después de eyacular comérselo vivo, interesante verdad?.

03 diciembre 2006

EL INNOMBRABLE.

Te materializas después de todos estos años como un extraño irreconocible, acompañado de un aurea maldita que proyecta a su paso las ruinas de nuestras vidas pasadas, haciendo saltar los rescoldos aún calientes de aquella explosión atómica de pasión que solo dejó tras de sí la desolación contínua que ni una vida entera puede reconstruir.
Me preguntas, me interrogas, sobre aquel al que un dia, no sé muy bien por qué, dejé de nombrar y se convirtió en "el innombrable", quizás en un intento de acelerar ese tiempo que creemos inocentemente que todo lo cura al relegar su nombre al olvido más inmediato.
No me preguntes más, no sé nada, no quiero saber nada más, hace tiempo que dejé de torturarme con esas mismas preguntas por no caer en el vacío inexorable de las preguntas que no tienen respuesta.